Friday 24 June 2011

celebración de the onion


[denle el Pulitzer]


¿Cómo decirlo sin sonar hiperbólico? A ver si así: The Onion es el mejor periódico publicado en el mundo en este momento. Éstos son, como siempre, días difíciles para la prensa atrevida. Y sin embargo The Onion se sale inevitablemente con la suya. Lo fundaron Tim Keck y Christopher Johnson, jóvenes de la universidad de Wisconsin-Madison, en 1988. (En 1989 se lo vendieron a su editor en jefe, Scott Dikkers, y al gerente de ventas de publicidad, Peter Haise.) De Dios para abajo, no hay un tema que The Onion no se atreva a tocar, y lo hace con un humor que desconoce totalmente los límites del buen gusto, del respeto al prójimo. Suele reportar hechos ficticios pero eso es lo de menos: verdadera es la agudeza, verdadero el ingenio.

Su cobertura de México suele ser puntualísima. El 6 de julio de 2009, por ejemplo, anunció: “México construye muralla en su frontera para alejar gringos imbéciles”: es falso el hecho, verdadero es el oprobio. El 7 de diciembre, 2009: “La DEA recluta a Lil Wayne para consumir toda la droga producida en México”: verdadera es la cantidad de mierda producida orgullosamente por acá. ¿Puede sorprender que el 20 de septiembre del año pasado encabezara: “Mexico, killed in drug deal”, que el 23 de junio, 2001, encabezaran: “Reporter spends month undercover in mass grave"en “San Fernando, México”, o que en su momento publicara un editorial firmado por Vicente Fox (07.09.2005), en que éste se dirigía a los pueblos hermanos de Estados Unidos y México y les decía: “No tenemos nada que temer, salvo el Chupacabras”? Verdadera era la idiotez de ese cabrón, verdadero el chupacabras.

Dije: de Dios para abajo, pero, de hecho, el intercambio de Dios y sus creaturas es uno de los asuntos centrales del reporteo The Onion. El periódico ha hecho sorprendentemente compatibles la existencia del Mal en el mundo y la de Dios. (Ver The Onion and Philosphy, Open Court, 2010.) El 8 de noviembre de 2008 publicó esta noticia: “Dios regresa de vacaciones de dos mil años”; el 18 de octubre de 2000, un reportaje en que Dios declaraba no haber pensado en la tierra “desde hace siglos”, el título era: “Dios se pregunta qué fue del planeta donde había puesto unos changuitos”. Dios es ineficaz: “Dios llega tarde a boda” (11.12.2002); taimado: “Israelitas demandan a Dios por violación de la Alianza” (23.02.2000); enfermo: “Dios, diagnosticado de bipolaridad” (02.05.2001). Verdaderos, cósmicamente verdaderos, son los errores y la negligencia de Dios.

El día a día de The Onion es salvajemente divertido. El 7 de diciembre pasado, un día antes del aniversario treinta del asesinato de Lennon, reportó: “Crece anticipación por la futura muerte de Paul McCartney”; el 3 de diciembre, hablando de transparencia, encabezó: “El Pentágono mantiene en secreto su presupuesto por respeto a la familia americana”; el primero de diciembre publicó una nota que decía: “El Gobierno de Estados Unidos ha considerado la filtración de documentos por Wikileaks ‘la gota que derramó el vaso’ y ha decidido despedir a Julian Assange de su puesto como Director de Tecnologías de Información del Pentágono”. Los hechos son falsos, verdaderas la miopía y la ineficacia.

The Onion es el bufón de la corte y su corte, venturosamente, es el mundo. En el cuento Emma Zunz, de Borges, la protagonista asesina a un hombre e inventa una historia que la exculpa de ese asesinato. Su último párrafo podría perfectamente aplicarse a las historias de The Onion. Dice así: “La historia era increíble, en efecto, pero se impuso a todos, porque sustancialmente era cierta. Verdadero era el tono de Emma Zunz, verdadero el pudor, verdadero el odio. Verdadero también era el ultraje que había padecido; sólo eran falsas las circunstancias, la hora y uno o dos nombres propios.”

[aparecido en enero, en Vértigo/Info 7]



[extra: bebé con SIDA le da la manita a un reportero de The Onion]