Monday 18 October 2010

la dama y el vagabundo: contra la lectura


durante la semana pasada estuvo en pie la décima feria del libro del zócalo chilango: su público fue intermitente, ocasional, despistado, bostezante. quién sabe qué quiere decir exactamente la unesco cuando se refiere a “personas que tienen el hábito de la lectura” pero lo cierto es que, según sus números, en japón el 94 por ciento de la gente lo tiene; en alemania el 60; en méxico, el 2 por ciento; méxico, según ellos, está verosímilmente en el número 107 de 108 países estudiados. las cifras no son nuevas, cierto, pero no han perdido actualidad. la última encuesta nacional de lectura del conaculta dice que “el promedio de lectura de los mexicanos” es de 2.9 libros anuales. (todo esto se puede “leer” en un ensayo clarísimo de gabriel zaid, que está en el sitio de letras libres: la lectura como fracaso del sistema educativo.) ¿apenas tres libros al año? para muchos, estas cifras son “alarmantes”; yo digo que son esperanzadoras.

el protagonista de la peligrosa novela the brief wondrous life of oscar wao (junot díaz, 2007), gordo, feo, incapaz de mantener una conversación con una mujer sin explotar en sudor o sin enamorarse de ella perdidamente, encuentra su destino por culpa de sus lecturas: cómics, ciencia ficción, manga, laberintos de la fantasía; asesinado en los cañaverales de santo domingo, alzando una mano como personaje secundario de marvel o dc comics. y su muerte, a pesar de que está manchada de literatura (o acaso porque lo está), es una muerte inútil como muchas más: una muerte que cancela el futuro y nada más. exagero, pero los grandes libros pueden ser peligrosos.

dante, en el canto v del inferno, círculo de los lujuriosos, se encuentra con paolo y francesca; los llama y ellos vienen
quali colombe dal disio chiamate, como palomas llamadas por el deseo. ella cuenta su historia, mientras paolo permanece en silencio: el amor los llevó juntos a la muerte: amor condusse noi ad una morte. leían un día –eran cuñados– las aventuras amorosas de lanzarote; estaban solos y nada sospechaban; a veces detenían la lectura, se miraban a los ojos, y palidecían. cuando leyeron que lanzarote besaba el deseado rostro de ginebra, paolo, que ya nunca se separará de mí, dice francesca, la boca me besó, tutto tremante. entonces los encuentra la furia del marido, gianciotto malatesta, y su cuchillo y cuando los amantes abren los ojos ya están en el infernal círculo de los lujuriosos. famosamente, john keats, el joven, el apasionado y adolorido keats, lanzaba gritos agónicos cada vez que un gran pasaje de la versión de chapman de la ilíada le hería el corazón. calímaco habla de un tal cleombotro, que se lanzó de una muralla tras haber leído el fedón: “una obra sola / de platón que leyó, la que trata del alma”.

la lectura es un peligro para méxico, un ejercicio suicida, una proliferación del adulterio, un atentado contra la familia, una subversión por venir, una negación del futuro. mejor que las cosas se queden como están. o que leamos menos. mucho menos.

apareció, editado, en vértigo e info7

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